martes, febrero 13, 2007

¿Quién eres?

Se preguntarán a qué se debe el título de esta entrada, pero en verdad créanme, los que ya me conocen tal vez se dan una idea de a dónde va todo esto, pero qué va, con eso de que me gusta escribir (y principalmente el que no muchos me conocen) me pasaré un rato aquí diciéndoles de qué va este asunto del "¿Quién eres?"

Cuando alguna persona hace esta dichosa pregunta, nuestra respuesta habitual va enfocada a decir nuestro nombre; sí, esa linda designación que nos ha sido otorgada por nuestros padres (tutores y demás términos semejantes incluidos) al nacer (en la mayoría de los casos), aquel conjunto de palabras (nombre(s) + apellido(s) dependiendo del lugar de nacimiento, sus costumbres, leyes y muchos otros factores que si no conocen no pretendo explicar) que toda la vida nos ha servido como un cómodo gancho del cual nos sujetamos para poder, de manera fácil, responder la preguntita del millón (por si ya se perdieron con tanta aclaración sigo hablando del "¿Quién eres?") y vivir nuestras vidas sin la molestia ni la presión de pensar en el asunto.

La cuestión (más bien, el motivo de todo el choro anterior y posterior a este paréntesis, incluyendo los demás paréntesis) es: si nos quitaran o quitaramos el nombre [o cualquier otro designio "personal" que nos hace "únicos, irrepetibles y nos identifica" ya sea: RFC, tu apodo de la secundaria, CURP, número del seguro social, nuestra clave de un mínimo de 20001 dígitos (bonito número) que permite el acceso a nuestra información personal incluyendo la rutina diaria, sí esa clave que ni sabemos que tenemos y que los círculos dominantes del mundo [y tal vez uno o dos seres poco humanos como Elvis, seres en el poder y Pipo] tienen guardada en su base de datos personal superpoderosa] ¿Qué quedaría de nosotros para responder quiénes somos? ¿Acaso no podemos responder porque el problema no es que no nos conozcamos, sino que estamos vacíos? Es horrible pensar en esto pero al menos comienza a generar la duda sobre el tema. Al parecer dependemos de forma vital de nuestro nombre (o clave "unipersonal" que ya ejemplifiqué anteriormente de forma exhaustiva) y de muchas otras cosas (como gustos, rutina, entorno, etc.) para autodefinirnos, pero aún así, aún diciéndolo todo sobre nosotros no terminaríamos una verdadera respuesta que nos defina ante la pregunta "¿Quién eres?" y resulta interesante pensar en cómo surge en la historia el concepto de "quien" ya que no hay ni siquiera una respuesta. El pensar sobre el estar demasiado vacíos como para saber responder quiénes somos me hace presentarles una incógnita más: ¿Habrá surgido el concepto de quien (en el idioma que haya surgido) cuando aún eramos libres y no nos controlaban como ahora? Si fue así entonces ahí no éramos vacíos (tan vacíos, pues sigo creyendo que podemos recuperar un poco de lo perdido).

Para terminar como siempre les pido que piensen en lo que les dije, también si desean me envíen sus comentarios a mi mail (lo encontrarán mañana a la mano si no es que hoy mismo y envíen sus comentarios por mail o déjenlos aquí en el mismo blog), sino lo desean pues sólo piénsenle un poco y gracias por leerme un rato.

1 comentario:

Violet dijo...

Chale me has puesto más existencialista de lo que ya estaba, evil!